Sa Clarisa, sabores mediterráneos en medio de la campiña menorquina

A unos 20 minutos de Ciutadella, en Menorca, Sa Clarisa es la propuesta principal de los mediodías en el nuevo hotel Vestige Son Vell, que ha abierto sus puertas este verano en la isla balear. Su relajado ambiente, amplio espacio y confortabilidad lo convierten en el lugar idóneo para disfrutar de una excelente comida al aire rodeado de la vegetación de la finca. Su propuesta gastronómica rescata lo mejor de la despensa local con un recetario muy mediterráneo que tiene las brasas, los arroces y el producto más fresco como protagonistas.

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Ubicado en mitad de la campiña menorquina, Sa Clarisa forma parte de la propuesta gastronómica del nuevo hotel Vestige Son Vell, situado a tan solo 20 minutos de Ciutadella. Este restaurante dispone de un ambiente relajado y un espacio amplio y confortable para comer al aire libre, rodeado de la vegetación de la finca. Se trata de un rincón privilegiado de la isla de Menorca en el que disfrutar de una comida redonda con el protagonismo de los productos locales en una carta que destaca por su frescura. Su nombre hace referencia a las hermanas clarisas de Ciutadella, una comunidad de religiosas que en el siglo XVIII era conocida entre la nobleza gracias a sus recetas de cocina conventual menorquina.

Situado junto a una de las antiguas albercas e integrado con el bar exterior del hotel. Cuenta con un mobiliario de teca antigua reciclada, que articula los espacios con distintos tipos de butacas de cuerda. Por otro lado, el bar consiste en una barra diseñada por el estudio de arquitectura, rehabilitación e interiorismo EDM, que pertenece al propio grupo Vestige Collection, con un formato pequeño de marés combinado con una pérgola de madera de teca.

Arroz seco de conejo y espardeñas

Así, la propuesta gastronómica de Sa Clarisa, liderada por el chef menorquín Joan Bagur, rescata lo mejor de la despensa de proximidad y la tradición menorquina, y lo actualiza con una narrativa contemporánea. Una cocina rica, apta para combatir el calor del verano balear y convivir con la suavidad de su clima, y muy equilibrada, con bocados pensados para todos los paladares, con un marcado carácter saludable y multitud de opciones para compartir y disfrutar de una comida formidable con la familia o con amigos.

Su carta arranca con una amplia selección de entrantes y platos para compartir. Entre ellos se encuentra una serie de crujientes como los buñuelos de escarola o el cazón en adobo; entrepanes como la coca de recapte, que tradicionalmente se elabora con lo que el huerto da en cada momento, por lo que es una coca vegana con todo el sabor de las estaciones de la isla, o el Sándwich Club Son Vell; platos a base de productos de la huerta, como la ensalada de tabulé con trempó de hortalizas o el gazpacho de tomates y fresas; y elaboraciones frías como la “juevertada de peix”, un tartar de pez limón con salsa cortada de perejil y gel de yema de huevo, o el carpaccio de lubina, entre otros. No pasa desapercibida su sección de arroces, indudablemente uno de los puntos fuertes del restaurante, que van desde el arroz seco de langosta hasta el falso “arroz” de trigo con verduras, pasando por el de conejo y espardeñas, incluyendo también algunas pastas como los penne rigate con frutos del mar.

Gazpacho de tomates y fresón con guarnición de sus picadillos y tartar de fresón

Otra parte esencial de la carta es la que está dedicada al producto menorquín, que rescata lo mejor de la despensa de proximidad con materias primas autóctonas y exquisitas tanto del mar como de la tierra. Entre ellas, pescado asado según disponibilidad, la Vermella Menorquina -una raza de ternera local-, el cerdo “faixat” -una de las razas de cerdo menorquinas- o la pechuga de pollo de Ciutadella. Todo ello con una serie de guarniciones a elegir que van desde la escalivada de verduras o el pisto menorquín, conocido como “marranía” hasta la patata asada y salteada con ajo, romero y pimientos del piquillo confitados o los brotes de lechuga aliñados a la brasa.

Como no hay comida que se precie sin un buen colofón dulce, llega el momento de los postres con distintas opciones pensadas tanto para los más golosos como para los amantes de la fruta. Entre ellas se encuentra el clafoutis de pera caramelizada, almendra marcona y helado de yogurt de oveja, el coulant de cacahuetes con helado de lima, jengibre y cacahuete salado rallado, o el melocotón, una versión propia del Pêche Melba con melocotón fresco y confitado, helado de oveja y vainilla, almendras laminadas y frambuesas al natural y en coulis.

Clafoutis de pera caramelizada, almendra marcona y helado de yogurt de oveja

Además, como espacio principal para realizar las comidas a mediodía en el hotel Vestige Son Vell, Sa Clarisa es también el lugar idóneo para disfrutar de un buen cóctel y aperitivo, tanto antes como después de comer.

Con capacidad para hasta 60 personas, Sa Clarisa es, en definitiva, un crisol de sabores y de un recetario muy mediterráneo con las brasas, los arroces y el producto más fresco como protagonistas.

Sobre Vestige Collection

Vestige Collection es una colección de hoteles y fincas privadas que nace con el objetivo de crear una selección de alojamientos para contribuir a impulsar el turismo cualitativo en destinos excepcionales. Todas sus propiedades destacan por su identidad arquitectónica única y los minuciosos procesos de restauración y recuperación llevados a cabo en cada una de ellas. Actualmente, la firma cuenta con dos alojamientos abiertos en España: el Palacio de Figueras y Son Vell.

Sobre Joan Bagur

Natural de Menorca, el chef Joan Bagur inicia su andadura en el mundo de la cocina entre Ciutadella y Barcelona. Tras su paso por el restaurante menorquín Ca’n Lluis, descubre su ambición culinaria y esas ganas de no hacer siempre lo mismo y aprender de los grandes nombres del sector.

Más tarde, logró trabajar en varios de los restaurantes más reconocidos y poseedores de estrellas Michelin como Dos Cielos, de los Hermanos Torres en el Hotel ME de Barcelona; el restaurante de Felip Llufriu, Roca MOO, dentro del Hotel OMM; o El Celler de Can Roca.

En 2012 regresa a Menorca para trabajar en el Hotel Rural Morvedra Nou hasta que le surge la oportunidad de crear su propio restaurante. Surge, así, Rels Restaurant, con el que se alzó con varios premios y reconocimientos, entre ellos Restaurante Revelación de 2017 o Mejor Cocinero de Menorca 2019, además de ser recomendado por Guía Michelin desde 2016 y por Guía Repsol desde 2020. Un momento dorado en el que Joan puso a prueba su memoria individual, colectiva y cultural del territorio, que convirtió en el eje de su cocina, muy enraizada en las costumbres, tradiciones y cultura de la isla.

Actualmente es el chef ejecutivo de los espacios gastronómicos del nuevo hotel Vestige Son Vell: Vermell y Sa Clarisa.

Un espacio diseñado para gourmets que disfrutan con productos especiales

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