Ha tenido lugar en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid el evento “Plaza Mayor de Rioja”, un encuentro organizado por el Consejo Regulador donde, a través de un paseo por un mercado típico de Rioja, se han presentado vinos designados con sus nuevas indicaciones geográficas.
La jornada tenía como objetivo poner en valor el origen, el terruño y los valores de esta apuesta por entidades geográficas de menor tamaño para reconocer su diversidad y contribución a la excelencia de los vinos de Rioja. El evento ha servido para compartir con los profesionales del mundo del vino y la gastronomía el actual portfolio de la Denominación de una manera novedosa y original.
Así, la región ha querido dar a conocer su completo y enriquecido abanico de producto que, junto a su tradicional sistema de crianza en barrica y envejecimiento en botella, cuenta cada día con una mejor acogida por parte del consumidor, ratificando así el interés por recibir una mayor información en el etiquetado de sus vinos, en especial por parte del público más joven.
El encuentro ha arrancado con una Talk (diálogo) en el escenario principal donde, de la mano de Almudena Alberca, primera mujer española en hacerse acreedora del prestigioso título de Master of Wine, y Kike Sola, ex futbolista de primera división y aficionado al vino, se invitó a los 100 profesionales presentes a reflexionar sobre diversas cuestiones del sector, haciendo alusión a los orígenes en las distintas zonas, a las fiestas tradicionales, a las vidas que rodean las plazas de los pueblos, al territorio, a la tierra, a quiénes somos y de dónde nos sentimos… y atreviéndose a relatar, en primera persona, cómo los vinos de Rioja han estado siempre presentes en sus recuerdos más especiales.
Encima del escenario les acompañaban Pablo Franco, director del órgano de control del Consejo Regulador, quien detalló en qué consiste este nuevo tipo de menciones, y cómo Rioja, la Denominación más antigua de España, siempre inmersa en una búsqueda de mejora, consigue amoldarse a los nuevos tiempos y satisfacer la demanda del consumidor. Además, una representación de bodegueros de la región con Juan Carlos Sancha, Paco Hurtado de Amézaga y Gorka Etxebarría a la cabeza, sirvieron para que los invitados pusieran rostro, y alma, a todos estos nuevos hitos del sector, relatando cómo el mundo del vino se cruzó en sus caminos y cómo su propio origen, el de cada uno con sus viñas y sus vinos, ponen en valor la historia personal que hay detrás de cada etiqueta.
En un marco de fiesta, Rioja ha contado con diferentes atractivos, como un gran kiosco de vino en el que estuvieron presentes un total de 30 bodegas con 62 vinos de zona y municipio, un mercado gastronómico donde se expusieron corners con producto de cada una de las zonas de la DOCa Rioja haciendo foco en la rica gastronomía, así como en los diferentes factores climatológicos, de suelos, variedades y elementos enoturísticos de cada una de éstas. Durante toda la velada, el evento estuvo amenizado con música en directo de la mano del dúo “Niña Vintage”.
Además, y en primicia, se han podido catar los ocho primeros vinos procedentes de Viñedos Singulares, figura de nueva creación que pone en valor un paraje o sitio rural con características propias que lo diferencian y lo distinguen de otros de su entorno. Las muestras presentadas han sido catadas hace apenas unos días por el comité encargado de su certificación y la prensa, ansiosa por conocer más sobre ellos, los ha recibido con altísimo interés.
Las Nuevas Indicaciones Geográficas
Los avances de los últimos años responden a la nueva regulación que la Denominación puso en marcha en verano de 2017 mediante la puesta al día del esquema de certificación de los vinos de Zona y el impulso de otro en los mismos términos para los vinos de Municipio, con antecedentes en 1998 y 1999 respectivamente, definición de requisitos para identificar vinos procedentes de un viñedo singular y la ampliación de su catálogo de productos con los espumosos – blancos y rosados - de calidad.
Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador, ha resaltado cómo "estas nuevas figuras aumentan la visibilidad de unidades geográficas de menor tamaño, precisando y certificando, en la propia etiqueta, el origen concreto de los vinos y destacando la autenticidad de nuestras raíces, lo que realmente nos hace únicos". También ha asegurado que con estos cambios “Rioja vuelve a demostrar ser una marca vibrante y dinámica que enriquece su tradicional oferta con objeto de facilitar una mayor y fiable información al consumidor sobre el origen del producto asegurando así la transparencia y veracidad que la caracterizan”.
Rioja: apuesta por la calidad desde 1925
Los cambios son el fruto de una línea de trabajo desarrollada por el Consejo Regulador con objeto de facilitar una mayor, rigurosa y fiable información al consumidor sobre el origen del producto. De esta forma, se permite conocer con detalle no solo que se trata de un vino joven, de Crianza, Reserva o Gran Reserva de Rioja sino que, además, el Consejo Regulador certifica la procedencia atendiendo a un origen concreto, proviniendo de una determinada zona, municipio o paraje, y añadiendo factores determinantes como la edad concreta de las viñas o la metodología de elaboración llevada a cabo.
El objeto de este control es garantizar la máxima calidad de los vinos, exigencia a la que Rioja está acostumbrada desde sus inicios en 1925, al tratarse de la denominación más antigua de España y la primera en recibir el rango de 'Calificada', siendo una de las regiones vitivinícolas líderes tanto en el mercado nacional como internacional, gracias a las garantías que ofrece en calidad y autenticidad de sus vinos.