"Tan solo el 4 % de las encuestadas afirman que se les ofrece la carta de vino
en primera instancia en los restaurantes"
Cada vez hay más conciencia de la necesidad de un cambio de paradigma del papel de la mujer en la sociedad. La igualdad de oportunidades y salarios, la conciliación o la equiparación de géneros han sido las plegarias de las numerosas y concurridas marchas y manifestaciones que se han celebrados en los últimos meses a lo largo y ancho del globo: París, Nueva York, Londres, Madrid…
Si hablamos del mundo del vino y la mujer, hablamos de Amavi: ASOCIACIÓN DE MUJERES AMANTES DE LA CULTURA DEL VINO. Esta plataforma pionera a través de su revolución silenciosa ha ayudado a dar visibilidad a la mujer en el sector vinícola. Desde sus inicios fomenta y apoya la labor de las mujeres como sumilleres, enólogas, amateurs del vino, bodegueras, responsables de bodega... Y lanza un mensaje muy inspirador a todas las mujeres del mundo para fomentar su incorporación a la cultura del vino.
Pero queda mucho por hacer, seguimos manteniendo costumbres y pequeños gestos que nos dicen que la desigualdad de géneros todavía existe y persiste.
A continuación ponemos algunos ejemplos en el ámbito del vino que deberían desterrarse para siempre:
- LA ELECCIÓN DEL VINO SIEMPRE SE OFRECE AL HOMBRE: Estamos en el siglo XXI, las mujeres saben de vinos y son las que ahora mayoritariamente lo compran, nadie debería elegir por ellas. Sería mucho más apropiado ofrecer la carta a los dos. En la última cata AMAVI en la encuesta realizada, el 84% de las participantes afirmaban que habitualmente la carta se la ofrecen a sus acompañantes masculinos y que este hecho les incomoda porque no les parece acertado.
- “VINOS PARA MUJERES”: Los rosados y los blancos son los preferidos de ellas, estamos ante un cliché anticuado que además no se cumple. El resultado de la encuesta AMAVI 2017 indica que el 44% de las participantes prefieren vinos tintos y tan sólo un 28% eligen los blancos. Se percibe un 2% de diferencia con respecto a la encuesta 2016, referente a la elección del vino blanco-vino tinto en favor de otros géneros.
- LA UTILIZACIÓN DEL ADJETIVO FEMENINO PARA DESCRIBIR UN VINO: Se dice que un vino es femenino para expresar su sencillez o suavidad. Las mujeres pueden tener estas cualidades pero no todas ni en todo momento; las mujeres también pueden ser fuertes, decididas, tener personalidad y carácter y la capacidad de apreciar un buen vino.
- BEBER ES COSA DE HOMBRES: El refranero siempre habla de hombres al referirse al consumo de vino pero las nuevas investigaciones confirman que las mujeres tienen igual y en ocasiones, superior capacidad olfativa y gustativa para la cata.